miércoles, 13 de noviembre de 2013

Simetrías imaginadas






Manipulación digital de imágenes diagnósticas obtenidas en la práctica clínica, que dan lugar a imágenes en espejo de anatomías imposibles, simetrías imaginadas a partir de detalles anatómicos reales.



Dos de las imágenes imaginadas fueron seleccionadas por convocatoria para su exhibición en Frecuencias Visibles,  exposición de Arte y Ciencia de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes:



Otras Simetrías Imaginadas:








lunes, 3 de enero de 2011

La espina que casi lo mata

Una espina de pescado de 3.2 cm que ingresa por el seno piriforme derecho, desplaza la arteria carótida y la separa de la vena yugular, sin romperlas. Termina clavada en el músculo esternocleidomastoideo, con una reacción inflamatoria a su alrededor, que comprime la vena yugular. Al estar enclavada y lejos de su sitio de salida, no fue posible encontrarla por endoscopia. Cuatro días después llega al hospital con dolor al tragar, hubo que hacer cirugía para retirar la espina con cuidado de no lesionar los vasos sanguíneos. No hubo complicaciones, pero por unos milímetros la espina hubiera podido ser fatal, si perfora la carótida. Si la espina tenía más de 3cm, el bocado debió ser bastante grande, por cierto.











Caso compartido en el foro Endovascular.org

miércoles, 26 de mayo de 2010

Fútbol



Un jugador profesional del deporte más popular del mundo puede recorrer unos 10 km en un partido de 90 minutos, y alcanza con frecuencia el umbral anaerobio (80 a 90 % de su frecuencia cardiaca máxima). Durante este tiempo, el futbolista realiza ejercicios y actividades intensas, que incluyen carreras de alta velocidad, saltos, giros, cambios de velocidad, cabezazos y patadas(1).

Un balón que gira sobre un eje perpendicular al flujo de aire a su alrededor es afectado por el principio de Bernoulli, y desvía su trayectoria de acuerdo al efecto Magnus. En un tiro libre, que fácilmente supera los 110 km/hr, un balón de fútbol puede girar entre 8 y 10 veces por segundo, se puede alcanzar una fuerza de 3.5 newtonios. De acuerdo a las regulaciones, un balón profesional debe tener una masa de 410 a 450 gr, por lo que su aceleración se calcula en unos ocho metros por segundo al cuadrado.

En una trayectoria de 30 metros, en su vuelo de un segundo puede desviarse unos cuatro metros. Los delanteros que cobran los tiros libres suelen tener suficiente conocimiento de la aerodinámica de los balones como para saber que la fuerza de impacto puede alterar las condiciones del vuelo del balón de acuerdo a las turbulencias que se generen frente a éste. El resutado es una curva en la trayectoria del balón, curva que puede comenzar en cualquier parte de su recorrido hacia el arco.

De acuerdo al efecto de rotación que se le de al balón (que a su vez depende del sitio donde se impacta) se puede hacer que el cambio en el curso del balón comience justo a la altura de su paso por encima de la barrera humana que el arquero ha intentado interponer para ayudarle a atajar la bola. Aún si el arquero es un aventajado estudiante de física, atajar la esférica resulta, en estos casos, un gran reto.


1. Stølen T, Chamari K, Castagna C, Wisløff U: Physiology of soccer. An Update. Sports Med 2005;35(6): 501-536.

sábado, 14 de febrero de 2009

Perfil traslúcido

Sombras nada más

Cuerpo ¿extraño?


Fragmentos de electrodos de marcapasos que se convirtieron en cuerpos extraños retenidos cerca al corazón.
Mediante técnicas de radiología intervencionista, fueron capturados con un catéter y extraídos a través de la vena femoral.